domingo, 22 de diciembre de 2019



Reivindico el valor de la sinceridad y la autenticidad

Hola, llevo días dándole vueltas a estos conceptos.

Este proceso de la búsqueda de empleo me está haciendo pensar mucho en los valores de nuestra sociedad.

Últimamente he aprendido un par de herramientas para la búsqueda de empleo, que ya he empezado a poner en práctica y espero que den frutos, pero, a parte de dichas herramientas, he recibido muchos consejos en estos meses.

Por supuesto que la formación y la experiencia se suponen importantes, pero luego se habla de competencias profesionales y personales, te instruyen en las cualidades que buscan los reclutadores, en los colores para la ropa, en el lenguaje verbal y no verbal, el tono y timbre de voz, todo para llamar la atención y diferenciarse del resto de candidatos, pero sin llegar a ser un bicho raro, por supuesto.

Todo ello se puede resumir en una palabra, ..., marketing.

Todo esto nos lleva a convertirnos a nosotros mismos en productos a publicitar y vender, lo que nos obliga a maquillar y disfrazar la realidad para que sea más atractiva, dando más importancia a la fachada, al escaparate, y olvidando que el valor real está oculto bajo toda esa capa de maquillaje.

En definitiva, todo este movimiento de buscar talento en realidad se rige básicamente en el talento para llamar la atención y vender a la mayor brevedad posible, porque si no consigues hacer un anuncio atractivo de ti mismo, al parecer, nadie se molestará en averiguar si vales o no vales la pena.

Personalmente creo que si todos fuéramos más sinceros, tanto los que ofrecen trabajo, definiendo lo que necesitan, como los candidatos mostrando su verdadero valor, y por supuesto si todos aceptaramos el compromiso de ser más auténticos, el mundo se movería por caminos menos enrevesados.

Esta idea la he expresado basándome en la búsqueda de empleo, pero podríamos llevar esta misma reflexión a cualquier campo, desde las relaciones familiares hasta las que se realizan entre partidos políticos, pasando por cualquier comunicación interpersonal.

Por lo que yo creo que sería un mundo mejor, reivindico desde aquí el valor de la sinceridad.

La búsqueda de empleo

He asistido a un curso, conferencias, visto videos y leído artículos sobre la búsqueda de empleo, todos hablan sobre el diseño de currículums, el uso de las redes sociales, coinciden en que una debe llevarse un puesto objetivo, v avisar la búsqueda, ser original, llamar la atención y ser capaz de venderse a sí misma.

Me parece que en todos estos consejos y procesos nos olvidamos de las personas, de los que buscamos un empleo y e la necesidad que hay detrás de esa situación.

Está muy bien buscar un trabajo que te llene el alma, pero hay muchas formas de hacer eso fuera de la jornada laboral, si todos trabajáramos en lo que nos enriquece como personas, muchos trabajos a lo largo de la historia no los habría realizado nadie o casi nadie, y muchos hubieran muerto de hambre por no poder afrontar sus gastos básicos.

Yo (seguro que más personas), ahora mismo, no tengo trabajo y, sin embargo, me siento totalmente realizada como persona. Pero necesito una fuente de ingresos, como todos.

A día de hoy yo quiero una oportunidad laboral, realizar mis funciones de una forma profesional y responsable y pido de la empresa un compromiso de estabilidad,avalado por mi buen hacer, y un trato empático, para formar una buena simbiosis laboral.

miércoles, 16 de octubre de 2019

Cuando el amor te llena el alma

Nos pasamos toda la vida conociendo personas y algunas veces nos enamoramos fugazmente, creemos que la persona que tenemos delante es el amor de nuestra vida. 
En ocasiones es así, otro otras veces la vida nos sorprende o nos quita la venda de los ojos para demostrarnos que estábamos equivocados.

Es evidente que algún detalle en todas esas personas nos hizo pensar que era LA PERSONA, pero ese detalle era erróneo. 
Yo misma he vivido detalles como esos y a toro pasado vemos que fueron cosas circunstanciales: que nos pilló en un cierto momento, que las cosas no eran lo que parecía, o simplemente no nos conocíamos tan bien como creíamos.

Sin embargo, hoy se me antoja un nuevo detalle, algo diferente que hace de alguien especial, el más especial del mundo. 
Es muy bonito compartir con la pareja gustos y aficiones, ideas y formas imprescindibles en muchos casos en el día a día, no obstante, hay algo que se nos olvida, creo yo, de una forma casi constante: cuando pasas mucho tiempo junto a una persona, cuando la vida entera fluye a su lado, habrá muchos momentos, algunos tal vez, en los que un silencio valdrá más que cualquier palabra de consuelo, que cualquier frase bien dicha. Un silencio, acompañado de un abrazo, será lo que realmente necesites. Si con la persona que compartes tu vida puede darte ese silencio y que en él te sientas cobijado, querido, arropado, comprendido, sin mediar palabra, tal vez sí sea esa la persona con quién debas estar. Porque todos somos capaces de empatizar en ciertos momentos, de decir una bonita frase, de hacer que comprendemos cuando no comprendemos, de decir con palabras lo que no sentimos porque creemos que el otro lo quiere escuchar, pero cuando la comunicación no tiene palabras, cuando son solo dos corazones que se hablan sin decir nada, entonces no hay lugar para engaños, ni malas vibraciones. Todo es simplemente comprensión, conexión y amor.

sábado, 13 de julio de 2019

Trabajo, eficiencia, productividad ... Y las personas?

Vivimos en un mundo en el que todo y todos estamos supeditados al capital.

A las pequeñas personas de a pie nos preocupa encontrar un trabajo, nos engañamos creyendo que el trabajo te realiza como persona, pero eso solo sucede si el trabajo en cuestión es algo que realmente te llena, estoy segura de que cada uno de nosotros tiene un trabajo, o más de uno quizás, que realmente le puede hacer sentir bien consigo mismo y realizado como persona, pero, seamos sinceros, la mayoría de nosotros tenemos un trabajo que nos hace perder un montón de horas de nuestras vidas a cambio de un sueldo que nos permita realizar actividades que realmente nos gusten (o tener cosas que se supone que nos gustan, pero ese es otro tema), aunque la mayoría de las veces ese ansiado sueldo nos da para ir tirando, poco más que sobrevivir, por lo que el tema de la realización personal, en muchos casos queda relegado a algún momento indefinido.

No sé vosotros, pero yo oigo a nuestros políticos, al Banco de España, al FMI, y todas personas y entes que supuestamente dirigen el mundo, y me dejan alucinada, que si tienen razón yo debo ser muy tonta.
El discurso de cómo mejorar la condiciones de nuestro país pasa por mejorar la productividad, aumentar la natalidad y ser más eficientes. Me llaman mucho la atención estos factores en un mundo donde realmente no falta de nada y dónde hay millones de personas sin trabajo.

Por un lado tenemos en nuestro país más de 3 millones de parados, que se dice pronto, esto en principio a mí me dice que si hiciera más personas (aumentando la natalidad) habría más paro. Ah, caso se me olvida, he oído por ahí a mucha gente que dice no encontrar trabajadores, pero muy pocos te hablan de cómo prentenden explotarlos, tal vez encontraran gente para trabajar si el sueldo fuera suficiente para vivir, v eso sin entrar en algunas condiciones que se oyen por ahí, que dan hasta miedo algunas.
No quiero decir con esto que no haya vais en el mundo que prefieren intentar vivir del cuento a trabajar, pero, estoy convencida de que no todos los que están sin trabajo, b al igual que no todos los trabajos que se ofrecen son un foco de exploración, que tampoco es así, seguro.
Bueno, a este factor de la falta de empleo justo hay que añadir el hecho de que cada vez aumentamos más la edad de jubilación, que lo entiendo porque no se pueden pagar las pensiones, pero este también es un factor por el que los jóvenes empezarán a trabajar cada vez más mayores, así que a la cuenta de X años nos encontraremos con una sociedad llena de viejos trabajadores manteniendo (de su bolsillo y no de las arcas del estado, eso sí) a un montón de jóvenes muy preparados (si tenemos suerte) pero sin más de experiencia y sin posibilidad de adquirirla, en la mayor parte de los casos. 

Otro punto es el de la eficacia, en este voy a ser muy breve y lo voy a dejar con un simple ejemplo: Yo tengo un bar con 20 mesas y tres camareros, uno atiende la barra, y los otros dos, 10 mesas cada uno. Ahora vamos a hacer que suba la eficacia, de tal manera que un camarero atiende la barra y 5 mesas y el otro atiende 15 mesas él solito. Me parece bastante obvio que el aumento de eficacia destruye empleo, a no ser que bajemos la jornada laboral, claro está, cosa que tampoco parece que haya mucha intención de hacer.

Vamos a por el último punto, productividad, un punto muy interesante.
Vivimos en un mundo en el que no falta de nada. De ese mundo, v en la parte desarrollada u occidental, somos testigos de ello, vayamos donde vayamos siempre tenemos a nuestra disposición comida, bebida, objetos de todas clases, cualquier cosa la podemos comprar en cualquier momento, si puede uno pagarlo, claro. Tal vez no todos pensemos igual, pero a mí no me parece que necesitemos aumentar la producción de nada, tenemos e todo y tenemos de sobra.
Alguien podría decirme, claro está, Sara, y que pasa con todo ese mundo subdesarrollado, con los millones de personas que no tienen la "suerte" de haber nacido en nuestro mundo occidental.
Vamos a ver, hay una población creciente de gente que pasa hambre, son cientos de millones de personas, hay fuentes que hablan de más de 800 millones, habéis que aumentar la producción de comida para esa pobre gente. Sabéis lo malo? Que hay comida para todos ellos, tenemos, en Europa, millones de toneladas de cereales almacenados, a saber que no tendrán en EEUU, y gente pasando hambre; salen noticias cada dos por tres que nos hablan de la cantidad de comida que se tira en nuestro país en restaurantes y tiendas de alimentación, sin que seamos una excepción, y gente pasando hambre; los alimentos que se desechan antes de llegar incluso al mercado para evitar que bajen los precios, y la gente pasando hambre.

En definitiva que yo no veo que en el aumento de la producción, la eficacia y la natalidad esté la solución a nuestro problemas, si alguien es capaz de explicármelo se lo agradezco.

Y para finalizar, alguien me puede explicar dónde queda es este mundo injusto en el que vivimos, en esta competitividad por tener más, por ser más eficaces y productivos, la felicidad de las personas? Tal vez no estemos centrando la atención en las cosas que de verdad merecen la pena, no os parece?

viernes, 5 de abril de 2019

Por qué aprendemos a mentir

Se dice que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, lo niños muy pequeños, porque desde bien chicos empezamos a aprender que hay mentiras que son "necesarias" para ser políticamente correcto.

Vale, hasta ahí, aceptamos pulpo, difícil para un niño distinguir entre las mentiras por cortesía, las mentiras por pena y otros tipos de mentiras, algunas más aceptadas que otras socialmente., dependiendo de las circunstancias.

Pero por qué empieza un niño a mentir por conveniencia personal. Fácil, empezamos a mentir por conveniencia cuando se nos empieza a castigar por decir la verdad, cuando ser sincero es más caro que ser deshonesto.

Pero esto se va complicando con la edad, una vez hemos aprendido a mentir bien para conseguir algo o bien por que no se nos castigue por algo que ya hemos conseguido.

Poco más tarde, o poco antes, ya depende de las experiencias de cada uno, tenemos el concepto de chivato, aquél que dice una verdad a una autoridad en detrimento de la persona que ha cometido la falta. Socialmente hablando un chivato es una persona despreciable que ha traicionado a sus compañeros por un acto que bueno precisamente no podía ser, porque de lo contrario no habría ningún problema. Una vez más aprendemos a mentir, esta vez no por un concepto noble como el no importunar o hacer daño a alguien por algo que no merece la pena.

Que digo yo, los chivatos no deberían de ser héroes que se juegan el pellejo destapando las maldades de compañeros por el bien común???


miércoles, 27 de marzo de 2019

Seguridad

Es curioso como a lo largo de la historia, a pesar de no cambiar las cosas en su esencia más pura, van cambiando las formas para que todo siga igual.

En un mundo salido de la Revolución Francesa, de la cual todos conocemos el lema ("Libertad, Igualdad y Fraternidad") en el que la libertad era un concepto importante, algo que se consideraba esencial para la vida y la felicidad de toda persona humana, la hemos sacrificado por un concepto tan vacío, absurdo e irreal como la seguridad.

Es cierto que cuando lo único seguro es que mañana vas a pasar tanta hambre o más que hoy el pueblo se levanta enfurecido porque necesita pan, más aún cuando las clases dirigentes viven entre excesos y no solo de alimentación. Así fue como empezó la Revolución Francesa.

Ahora todo es distinto, estamos bien jodidos, pero la mayoría aún tenemos algunas cosas que perder, un trabajo, o una casa, o la comida del día siguiente, por eso no se realizan las revueltas que se deberían organizar ante los atentados que sufrimos a diario por parte de las clases dirigentes (que no solo de políticos hablamos).

Además, de un tiempo a esta parte, apoyándose en los atentados de pueblos islámicos hacia nuestra sociedad, los cuales es más que probable que hayan sido alentados e incluso facilitados por esos mismos dirigentes de nuestros países occidentales, nos han ido inculcando miedo.

No solo con eso nos han metido el miedo en el cuerpo, vivimos en la sociedad del miedo, si no te dejas explotar te despiden y a ver de qué comes mañana si no hay trabajo; si ejerces un derecho como el de libertad de expresión y le tocas las narices a quien no debes puedes acabar metido en un buen follón legal y tal vez en la cárcel; si protestas demás antes los funcionarios de las instituciones públicas va a llevar tu expediente a buen puerto "el padre de Domingo Ortega".

Tanto es esta la sociedad del miedo, que los discursos políticos no se basan en lo que cada partido pretende hacer en referencia a los temas que atañen a la nación, la mayoría de los discursos reflejan el miedo que deberíamos tener todos a lo que los demás pretenden hacer, o lo que piensan ellos que los demás pretenden hacer, eso siendo buena, porque si tuviera que elegir diría esta otra frase: El discurso político se basa en adjudicar a los partidos contrarios las conductas futuras que el que da el mitin piensa que pueden asustar más a los oyentes con el fin de que huyan derechos hacia el voto favorable a su causa"

En fin, a través de este miedo constante nos manejan a su antojo, a mi la primera, que no quiero ir de iluminada por la vida. Por ese miedo, esa búsqueda de la seguridad, permitimos que nos dejen medio desnudos delante de todo el mundo en medio de un aeropuerto, aguantamos trabajar horas extras sin cobrar un duro más y sin que nadie nos lo agradezca, aceptamos que es más sagrado pagar la hipoteca que comer algún que otro día.

Pues bien, hay algo que deberíamos entender e interiorizar, gentes del mundo, LA SEGURIDAD NO EXISTE. Hasta tal punto es así que mañana podría fallar algún sistema de seguridad, salir despedida una bomba nuclear y acabar con la vida tal y como la conocemos en este planeta, o que un tornado acabe con nuestra casa o nuestro lugar de trabajo, o que se incendien los servidores de almacenamiento de datos de google, o que a un vecino se le crucen los cables y en un intento de suicido se ponga a conducir por dirección contraria y nos veamos en su camino arrastrados a un suicidio involuntario. Hay millones de cosas que no están a nuestro alcance que pueden cambiar nuestras vidas por completo o incluso acabar con nuestra vida y entonces de qué habrá servido tanto sacrificio por la búsqueda de una seguridad que nadie puede asegurar????

Bueno, antes de despedirme, que creo que ya he divagado bastante, quiero hacer un apunte, acabo de darme cuenta de que solo hay una seguridad segura, y es que cada uno de nosotros vivirá consigo mismo y con su conciencia durante toda su vida, lo demás todo es circunstancial y efímero en mayor o menor medida, aunque nos pueda durar hasta la muerte, pero nadie puede asegurarlo.

lunes, 18 de marzo de 2019

Burocracia 1

Llamo a este post Burocracia 1 porque estoy convencida de que habrá más que hablar sobre burocracia.

Primero os voy a poner en antecedentes, hará algo más de dos años tuve un accidente de tráfico, v se me cruzo un caballo en la carretera y, aunque demos gracias de que no hubo daños humanos, el caballo falleció y mi furgoneta acabo para ir a la basura.

Ahora, para evitar que Hacienda me ponga una multa necesito ciertos documentos referentes a dicho accidente, por ese motivo me puse en contacto con el bufete de abogados de la compañía de seguros que llevó el expediente y me han contestado, literalmente, "Al tratarse de documentación interna de la Compañía no podemos facilitar la documentación solicitada.El Atestado lo pueden conseguir su Letrado particular dirigiéndose a la Policía " 

Ante esta respuesta he llamado por teléfono a la persona que me ha escrito, para explicarle, admito que en un tono un poco alterado, que lo que le estaba pidiendo no es un documento interno, v es un documento cuya titular soy yo misma, por lo que no podía negarse a dármelo, mucho menos decirme que necesito un abogado para solicitarlo. Que sea necesario una persona ajena al expediente para conseguir un documento por la negativa de un inepto a facilitárselo a la legítima duela del documento en cuestión.

Es un placer decir que el documento en cuestión está en mi poder, sin embargo, es una pena que haya que insistir y exigir algo que de por sí ya es de uno. Y este solo es uno de tantos casos.

miércoles, 6 de marzo de 2019

Un poco harta

Hay veces que me pregunto si todo el mundo se sentirá tan harto como yo de ciertas cosas.

No estáis cansados de oír quejas todo el día?

De que cualquier tontería provoque crispación y mal rollo? Tanto en el ambiente laboral como el hogareño.

De que parezca que todo el mundo entiende de cosas de las que como mucho, a parte de escuchar rumores, habrán visto algo en la tele? Información que, por cierto, no está muy claro que sea muy fiable.



lunes, 4 de marzo de 2019

Soy un árbol de Navidad

Suena bien, verdad? Pues no es bueno, me siento como un árbol de Navidad cuando la Navidad ha pasado, ajado, sin brillo y abandonado en un rincón polvoriento.

En la infancia era como un árbol de Navidad recién decorado, llena de luces de ilusión, pero con los años se van fundiendo esas pequeñas ilusiones, y las grandes, a pesar de resistirse, acaban cediendo ante el aplastamiento de la realidad.

Las personas te van decepcionando y con cada una que sufres se apaga una luz. Va una quedándose con una sensación profunda de soledad y con esa sensación las experiencias pierden sentido, fiesta y experiencias que siempre me hacían ilusión han perdido también su luz.

Hoy por hoy, las Navidades me producen una sensación de obligatoriedad, de preocupación. A veces lo ido bien de verdad, no es que suele esté mal, es que no me hace ilusión que lleguen, tampoco me hace ilusión preparar los Reyes, me obligó a hacerlo, otro no es lo mismo.

Los carnavales, fiesta que he disfrutado muchísimo, ahora mismo me aporta una inmensa tristeza, seguramente porque ya no tengo amigos con quién vivirlos.

No quiero malinterpretaciones, tal vez parezca por mis palabras que culpó a los demás de sentirme sola y desilusionada, pero no es así, estoy plenamente convencida de que soy yo misma quien ha provocado esto, si las personas me van decepcionando a mí alrededor, seguro que es porque yo las idealizo, a ellas o al tipo de relación que pueda tener con unos u otros. 

En fin, que algo debe fallar en mi porque me siento muy ajena al mundo que me rodea, hasta tal punto que he perdido la ilusión por los acontecimientos de la vida.